Hubo un tiempo de fiestas de disfraces.
Podía elegir ser ridícula. Pero era demasiado joven e insegura.
Una pena, porque –hoy creo– hay pocas cosas más divertidas y gratificantes que hacer reír a los demás. Y, para eso, es condición necesaria saber reírse de uno mismo.
Con el tiempo aprendí a hacerlo. Y si bien aún tengo mis limitaciones, me di cuenta de que al mostrar ese costado de mí, quienes están alrededor se relajan y, en la mayoría de los casos, son capaces de mostrar también sus propios costados vecinos al ridículo. Para reírnos juntos. Unos con otros y no unos de otros.
¿Y por qué esta canción? Porque tiene un nombre ridículo, porque es el tema central de una película ridícula, porque invita a bailar de manera ridícula y porque despierta mis ganas de hacer el ridículo.



The Shoop Shoop Shoop Song (It's in His Kiss), Cher

0 comentarios:

Publicar un comentario

Copyright 2010 Historias con canciones
Lunax Free Premium Blogger™ template by Introblogger