Verano. Circuito interminable de playa y disco y playa y disco. Epoca de mañanas inexistentes. Atardeceres mágicos, siempre iguales y siempre diferentes. El sol cayendo en el mar, devorado por esa inmensa boca de agua. Y el mundo cambiando de color segundo a segundo, del amarillo rabioso y ardiente al naranja; del naranja al rojo; del rojo al violeta; del violeta al azul; del azul al negro. Y las primeras estrellas como pequeños faros. Y la luna, asomando cálida en el horizonte y enfriándose en el camino al centro del cielo. Noches de música y alegría. Muchas, todas. Ese ir y venir y estar y no estar y mirar y ser blanco de las miradas. Aquel tiempo en que no había nada más importante que el verano. Y aquel verano en que todos bailamos al ritmo de Dire Straits.  



Sultans of swing, Dire Straits

0 comentarios:

Publicar un comentario

Copyright 2010 Historias con canciones
Lunax Free Premium Blogger™ template by Introblogger